sábado, 31 de octubre de 2009

Rimante

Tus ojos sedosos, celosos de todo lo hermoso que provoca mi ser, tu boca puede ser, parecer, crecer y hacer que el mundo, rotundo, profundo se vuelva insulso. Confuso.
De tus manos nacieron dos enanos, cantamos, bailamos y sonreímos, corrimos desesperados buscando lado a lado la luz, y en tu cruz cayo la noche y el derroche, reproches de una voz sin vos, de un ser sin ser, una mujer sin ver, ni palidecer, y al creer que eras mía comenzó la alegría sin razón ni corazón. La pasión que no cesa se acabo, mi tristeza nació, rota mi cabeza partida en dos por vos.
Una noche tan hermosa que hasta la luna nació y murió. Por vos

No hay comentarios:

Publicar un comentario